Boda en la Masía la Tartana
 

La boda de Neferty y Oriol va a ser imposible que se me olvide. Primero de todo porque tuve la entrevista con ellos el día de antes a que nos encerraran a todos en Marzo por la pandemia, esa misma tarde estabamos en una terraza viendo fotos y hablando de como sería su boda y al día siguiente: todos confinados.

La boda era para ese mismo año y fueron meses de incertidumbre de si acabaría

celebrándose, pero siempre que hablaba con ellos, tenían claro que se iban a casar.

 

Pues el día de la boda también fue una fecha rara, porque al día siguiente se volvía a cerrar toda la hostelería por una segunda ola de contagios y fue de las últimas bodas que se harían ese año en La Masía La Tartana; como se diría en baloncesto, fue una boda “sobre la bocina”.

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Aquel día Neferty llegó mas tarde de lo que habíamos planeado a la masía, venía echa un saco de nervios, pero una vez allí todo, poco a poco, se fue normalizando. Tuve unos escasos 20 minutos para reflejar los preparativos, pero dieron mucho de sí, como podréis ver en las fotos.

 

Las ceremonias en La Masía La Tartana siempre molan, y gracias a la decoración floral que siempre montan, aún más. Fue un día de lluvia, nervios, se nos hizo de noche antes de que pudiéramos hacer las fotos de pareja, pero tuvimos 10 minutos antes de que empezara el aperitivo para que O&N tuvieran su ratito de desconexión y sacáramos unas cuantas fotos.  Para mi lo principal en las bodas es que vosotros disfrutéis del aperitivo, va a ser uno de los pocos momentos de la boda en los que vais a poder socializar con todos vuestros invitados.

 

A partir de ahí ya fue todo un carrusel de sensaciones y todo bajo el control del personal de La Mas a La Tartana, salió a las mil maravillas. Y yo cerraba una temporada un tanto atípica coreado por los invitados “ese Juan Fra como mola se merece una ola”.

Gracias!!